martes, 23 de marzo de 2010

París cortazariana

RAYUELA
Capítulo 1

¿Encontraría a la Maga? Tantas veces me había bastado asomarme, viniendo por la rue de Seine,



al arco que da al Quai de Conti,



y apenas la luz de ceniza y olivo que flota sobre el río me dejaba distinguir las formas, ya su silueta delgada se inscribía en el Pont des Arts,



a veces andando de un lado a otro, a veces detenida en el pretil de hierro, inclinada sobre el agua. Y era tan natural cruzar la calle, subir los peldaños del puente,




entrar en su delgada cintura y acercarme a la Maga que sonreía sin sorpresa, convencida como yo de que un encuentro casual era lo menos casual en nuestras vidas, y que la gente que se da citas precisas es la misma que necesita papel rayado para escribirse o que aprieta desde abajo el tubo de dentífrico.

Pero ella no estaría ahora en el puente. Su fina cara de translúcida piel se asomaría a viejos portales en el ghetto del Marais, quizá estuviera charlando con una vendedora de papas fritas o comiendo una salchicha caliente



en el boulevard de Sebastopol.



De todas maneras subí hasta el puente, y la Maga no estaba. Ahora la Maga no estaba en mi camino, y aunque conocíamos nuestros domicilios, cada hueco de nuestras dos habitaciones de falsos estudiantes en París, cada tarjeta postal abriendo una ventanita Braque o Ghirlandaio o Max Ernst contra las molduras baratas y los papeles chillones, aun así no nos buscaríamos en nuestras casas.

Preferíamos encontrarnos en el puente, en la terraza de un café, en un cine-club o agachados junto a un gato en cualquier patio del barrio latino. Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos. Oh Maga, en cada mujer parecida a vos se agolpaba como un silencio ensordecedor, una pausa filosa y cristalina que acababa por derrumbarse tristemente, como un paraguas mojado que se cierra.

lunes, 8 de marzo de 2010

De la nieve al sol, de España a Francia

De la nieve,



Al sol:



Desde Madrid hasta San Sebastián, en cuestión de horas, atravesamos España y dimos con dos escenarios climáticos prácticamente antagónicos. Si no fuera porque en la ciudad vasca no dio para pelar malla, diríamos que pasamos del invierno al caribe en un peirquete.

Hermosa ciudad, San Sebastián, sede del Festival de Concha de Mar, donde se entregan los conocidos premios. Hermosa, selecta y lo que se dice TOP. Gente de guita. TOP.

De ahí, cruzando la frontera, llegamos a Burdeos, Francia. Una ciudad "ideal". Todo funciona como es esperado. Nos preguntamos, ¿en qué momento se divierten las personas? En nuestra corta estadía en el lugar (apenas una noche) quisimos pero no pudimos encontrar una prueba fehaciente de que la gente la pasa bien ahí. Más bien creemos que ocupan su tiempo en cagarse bien de frío y respetar todas las normas.

(Barderas, las minas)

Lo mejor que pudimos hacer fue clavarnos unos spaghettis que, a decir verdad, son lo más rico que hemos comido desde que llegamos a Europa (¿o será que los comimos con demasiada hambre?). 9.80 € el plato.



Siguiente parada: P - A - R - I - S.

Aquí va un anticipo:



Pero el post lo escribiremos en breve, porque....


ESTAMOS HECHAS MIERDA, SE NOS CAEN LOS OJOS FRENTE A LA COMPUTADORA!!!!

Perdonen, queridos lectores, prometemos esmerarnos más en la próxima entrada, no se la pierdan!!!

viernes, 5 de marzo de 2010

Lo que importa es el dinero... la salud va y viene

En una recorrida por el centro comercial madrileño, fue imposible pasar por alto los precios de los productos, y su comparación con lo que valen en Argentina.

He aquí algunos increíbles (pero reales) ejemplos:





¿Cuánto pagarían por este bolso?



Bien. Ahora divídanlo por tres.

A falta de euros, encontramos una opción más que accesible para nuestro bolsillo latinoamericano. ¿Cuál? ¡Las mandarinas solidarias!

Aquí recreamos la escena:

Voluntario: ¿Quieren una mandarina?

Sardina: ¡¡¡¡Sí!!!! (al mismo tiempo que Solitaria, ortiva: No...)

Voluntario: Les pedimos a cambio una colaboración para Haití.

Sardina: Sí, cómo no.


Ambas toman una mandarina.


Solitaria: (a Sardina) ¿Cuánto les dejaste?

Sardina: 10 céntimos.

Solitaria: ¿NADA MÁS QUE 10 CENTIMOS?

Sardina: Tenía miedo de que me cagaras a pedos por aceptar la mandarina solidaria.

Solitaria: Oh, Dios... He creado un monstruo...

Madrid surrealista



Hola, amigos! En este post inaugural, y como lo primero es lo primero, les presentamos a la aeronave que nos trajo a Madrid. Imposible soslayar que llegamos muy bien atendidas gracias al papá de Marge, quien nos sirvió la cena y el desayuno.

Una de dos: o la computadora es lenta o la conexión es precaria. Por lo tanto veremos parcialmente cercenada nuestra libertad para subir fotos. Esperamos, con nuestra privilegiada verba, compensar por completo la falta de imágenes en el blog. Sin embargo sabemos que es casi nula la posibilidad de tener éxito en esa empresa.

Bien.

8:35 AM. Timbre. Con una visión reducida por la terrible hinchazón de los ojos, Sardina abre la puerta. Es atropellada por una mujer embravecida, quien la abraza y entra corriendo cual caballo de carrera a la habitación del hotel. De un salto, se tira encima de Solitaria, quien se despierta sorprendida, al grito de: "¡Hija de puta, salí de encima!".

La exaltada muchacha es nada menos que Paula, nuestra hermana pianista, quien vive exiliada (de nuestro padre) en Barcelona.

Luego de un abundante y variado desayuno que nos sirvió para tirar con la panza llena hasta la cena, nos dimos coraje mutuamente para salir a recorrer las lluviosas y frías calles de la capital europea.

Lluvia, lluvia y más lluvia. Un día nublado y otro lluvioso en la capital de España han dejado en nosotras imborrables recuerdos y nos han quitado seis euros, que fueron a parar al bolsillo de un marroquí vendedor de paraguas.

Pudimos refugiarnos en el Museo de Arte Contemporáneo Reina Sofía, donde nos dimos una panzada de surrealismo y cubismo, con la invaluable posibilidad de ver cuadros de Dalí y Picasso, entre otros grandes artistas.

Contagiadas de surrealismo, tratamos de sacarnos una foto acorde:




No salió.

Lo que sí salió, veloz e imperceptible como pedo de vieja, fue el disparo de la cámara de Solitaria frente al Guernica, luego del cual fue abordada por personal de seguridad del Museo, quien la reprendió y le comunicó que estaba prohibido fotografiar el famoso cuadro de Picasso.

Tarde:




Gracias a esta imagen fuimos la envidia de todos los turistas presentes.

Listas para salir de juerga junto a la amiga Maru, otra gran persona con la que nos reencontramos en Madrid, les dejamos un fuerte abrazo y les decimos.... hasta pronto! Vale? jojojo

martes, 2 de marzo de 2010

Explicaciones preliminares

Hola. Somos Solitaria y Sardina. Tal vez nos recuerden por blogs como: solitariadisidente o sardinas-enlatadas.
Hoy decidimos unirnos en una travesía sin precedentes que nos alejará durante un mes de nuestra querida y húmeda Buenos Aires.

De ahí el nombre del blog.

¿Preguntas?

Bien.

Para más datos chequeen este vídeo. Hubo un antes y un después en nuestras vidas luego de escuchar el siguiente tema...



(fue la mejor versión que encontramos)